40 AÑOS ACUDIENDO A LOS CAMPEONATOS MUNDIALES
Por Rogelio Núñez
La selección española, de la mano de Julen Lopetegui, estará en el Mundial de Rusia de 2018. Esto supone que España lleva 40 años sin interrupción acudiendo a los Campeonatos del Mundo sin faltar desde Alemania 1974. A lo largo de sus casi 100 años de historia ha estado en 15 mundiales pero el de Rusia será su undécimo consecutivo. La presencia del conjunto hispano en las fases finales se caracterizó históricamente por carecer de continuidad, al menos hasta 1978: tan solo cuatro participaciones en los primeros 48 años del máximo torneo internacional de selecciones (en 1934, en 1950, en 1962 y en 1966). Pero a partir de Argentina 78´, España se ha convertido en un fijo en estas citas y, en consecuencia, en una de las grandes potencias futbolísticas a escala global, y por derecho propio (por los resultados obtenidos sobre el terreno de juego).
Alcanzar aquella fase final, la del 78, la que dio inicio a la actual concatenación de cuatro décadas de presencia constante, no fue fácil. Llegar al Mundial de Argentina le costó a España sangre (la de uno de sus jugadores más emblemáticos, Juanito), sudor y hasta algo de miedo. Fue en la última cita de la fase de grupos, frente a Yugoslavia y con Belgrado convertida en una ratonera. La selección española que dirigía Ladislao Kubala se clasificó para el Mundial del 78´ tras atravesar por un infierno, el del conocido como «pequeño Maracaná» de Belgrado. España salió a ganar el encuentro y lo logró gracias a un tanto de Rubén Cano a pase de Cardeñosa en el minuto 71´.
Poco después llegó la acción más triste del encuentro. Juan Gómez, «Juanito», en el minuto 76, fue sustituido e hizo un mal gesto a la grada: mostró al público yugoslavo el pulgar hacia abajo. Entonces fue alcanzado por un botella de cristal que le golpeó en la cabeza, dejándole seminconsciente. Fue retirado en camilla en medio de un enorme lanzamiento de objetos. Pese a todo, España, ausente de un Campeonato del Mundo desde 1966, logró sellar así su clasificación en un partido que fue calificado como «la batalla de Belgrado».
Para España se trató una especie de venganza contra la selección que había impedido en 1974 que el equipo acudiera a la gran cita, en ese caso al Mundial de Alemania. Entonces Yugoslavia venció por 1-0, lo cual dejó a los de Kubala fuera del torneo. Fue un partido de desempate, disputado en Francfort, el 13 de febrero de 1974, que clasificó a los balcánicos gracias a un gol de Katalinski. Aquel jugador balcánico se transformó en el último en dejar a España fuera de una Copa del Mundo.